Preparación:
- Secado: Antes de cocinar, asegúrate de secar la piel del pescado con toallas de papel. La humedad es el enemigo de la piel crujiente.
- Temperatura: Calienta la sartén a fuego medio-alto antes de añadir el aceite. Esto ayudará a que la piel no se pegue y se cocine de manera uniforme.
- Aceite: Añade suficiente aceite para cubrir la superficie de la sartén y espera a que esté bien caliente antes de colocar el pescado.
Cocción:
- Colocación: Pon el pescado en la sartén empezando por el lado de la piel. Presiona ligeramente con una espátula para asegurar que toda la piel esté en contacto con la sartén.
- Fuego medio: Cocina a fuego medio para evitar que la piel se queme antes de que el pescado esté cocido.
- No mover: Evita mover el pescado durante los primeros minutos de cocción para permitir que la piel se dore y se vuelva crujiente.
Finalización:
- Voltear con cuidado: Una vez que la piel esté crujiente y el pescado casi cocido, voltéalo con cuidado para cocinar brevemente el otro lado.
- Servir inmediatamente: Para disfrutar de la textura crujiente, sirve el pescado tan pronto como esté listo.
Curiosidades Adicionales:
- El colágeno en la piel del pescado se contrae y se endurece cuando se expone a altas temperaturas, lo que contribuye a la textura crujiente.
- Algunos chefs recomiendan hacer pequeños cortes en la piel para evitar que se encoja demasiado y para que el calor penetre mejor.