
Cómo curar y cuidar tu sartén de Hierro Fundido
Compartir
Si has comprado una sartén de hierro fundido o estás pensando en hacerlo, seguro que has oído eso de "curarla antes de usarla". Suena complicado, pero es mucho más fácil de lo que parece. Y merece la pena: curarla bien significa que te va a durar muchos años, cocinará sin pegarse y se mantendrá protegida.
Aquí te lo explicamos paso a paso y de forma muy sencilla.
Cómo curar tu sartén de hierro fundido
- Lávala bien (solo la primera vez): con agua caliente y un poco de jabón para quitar residuos de fábrica.
- Sécala muy bien con un paño o papel, sin dejar nada de humedad.
- Unta una capa muy fina de aceite por toda la parte interior (usa aceite de oliva, lino o girasol alto oleico)
- Pon la sartén al fuego medio-alto durante unos 10-15 minutos. Puedes repetir el proceso 2 o 3 veces para reforzar la capa.
- Deja que se enfríe sola y guárdala bien seca.
Listo: ya está curada y protegida.
Puedes repetir este proceso cuando veas que pierde brillo o se pega.
* Consejos para mantenerla como nueva
- No uses jabón para lavarla habitualmente. Solo agua caliente y un estropajo suave y cepillo. El jabón elimina la capa protectora.
- Sécala inmediatamente después de lavar. Nada de dejarla secar al aire.
- Aplica una gotita de aceite después de cada uso. Con un papel, frotas y dejas una capa muy fina para mantener la protección.
- Si se pega o se oxida, vuelve a curarla desde cero. No pasa nada.
* Ventajas de una sartén bien curada
- No se pega
- No necesita químicos ni recubrimientos artificiales.
- Mejora con el uso Es más saludable
- Dura décadas si se cuida bien
Si ya tienes una sartén de hierro fundido, dale esta primera cura y disfruta de cocinar con sabor y sin complicaciones. Y si aún no la tienes, en nuestra tienda te ayudamos a elegir la más adecuada según tu cocina, estilo y necesidades
¡Cocinar con hierro fundido es volver a lo esencial, y tu comida lo nota!